domingo, 15 de noviembre de 2009

B-e-g-r-u-d-g-e




Miré en el reflejo de sus ojos buscándola, todo muy oscuro, se encienden luces, se apagan luces (la siento a mis espaldas ¿ me ve?) yo no la veo pero la siento, su mirada pegada a mi espalda mezcla de calor, compañía, tristeza y de sonido de claro de luna. ¿ Cuantas vueltas tiene que dar el mundo para que ubique dos almas en el mismo lugar?, que no se equivoque por metros…con mayúscula peso mi pesar (profunda amargura por encerrar soles cobardes que no saben brillar) y caes en la rutina, y suficiente es sentirse querido por quien te quiere si la magia está en otro lado para otras personas, si uno no es más que versos sueltos, más que sueños muertos (¿noche de muesrtos vivientes?) la luna pesa, las estrellas caen, tú caes, yo—pausa—yo quiero creer que te atrapo, pero no creo; ¿será ese mi error o será eso lo que impide que me desarme a pedazos? Yo seguiré sonriendo a quien tenga que sonreir, yo seguiré saludando a quien tenga que saludar, seguiré abrazando a quien tenga que abrazar, pero seguiré pensando en ti; cuando la noche me diga que ya es hora, cuando yo diga que ya es hora…para creer que te veré de nuevo, y que esta vez no será un reflejo.

No hay comentarios: